DANDO DE QUÉ HABLAR. “Actividades con Playmobil”
Crear un contexto significativo en el que nuestros alumnos usen una lengua extranjera se convierte en todo un reto para el profesor.
La Expresión Oral es sin duda una de las destrezas más difíciles de trabajar y de adquirir en el aprendizaje de una segunda lengua. Por un lado, resulta complicado crear contextos en los que los alumnos puedan usarla con naturalidad. Es decir, ir más allá de la mera “classroom language” en una clase de lengua extranjera es todo un reto para el docente. Otro factor importante es la propia personalidad del alumno ya que, en ocasiones, aunque tengan “algo interesante de qué hablar”, el miedo y o la timidez se lo impiden. Por ello, en el primer ciclo de ESO apostamos por actividades con un componente lúdico y más desenfadado que suelen funcionar muy bien.
En nuestro colegio Santísima Trinidad tenemos la inmensa suerte de contar con el legado de nuestra previa participación en programas Erasmus +; nuestra conocida “Aula Lego”, dotada de una gran variedad de materiales Lego y Playmobil que nos pone las cosas más fáciles. Estos materiales son ideales para este propósito. Es fantástico ver cómo alumnos tímidos son capaces de hablar con naturalidad en una lengua extranjera si lo hacen a través de un personaje; en este caso de un muñeco Playmobil, y se olvidan de que son ellos los que están hablando.
Por eso quiero compartir una de las actividades de las que más satisfecha me he sentido a lo largo de mi práctica docente. La realicé con estudiantes de segundo año de secundaria. Podéis ver el resultado en estos vídeos que grabé en clase durante uno de sus ensayos.
A través de esta actividad, además de disfrutar, pudimos trabajar aspectos propios de la lengua Inglesa como: pronunciación, entonación, vocabulario y gramática. En otras ocasiones también usamos materiales Lego como “Build to Express” o “Story Starter” para que nuestros alumnos practiquen la expresión oral tanto en su lengua materna como en una lengua extranjera.
Recordad “nunca se es lo bastante mayor como para dejar de aprender jugando”.
Mª Soledad González Blázquez